Un grupo de investigadores del programa de oncología molecular del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha demostrado en un estudio con ratones cómo la manipulación genética de la quinasa c-Raf provoca la regresión de tumores en el pulmón que son dependientes del KRAS mutado.
Para la investigación, publicada en ‘Cancer Cell’, utilizaron un modelo de ratón que tiene este tipo de tumor. En el proceso comprobaron que la eliminación de la quinasa c-Raf produce unos efectos tóxicos muy tolerables.
Este hallazgo supone una posible vía para el desarrollo de terapias contra este tipo de tumores para los que todavía no existen fármacos selectivos y que por lo tanto tienen que ser tratados con fármacos citotóxicos, que producen muchos efectos secundarios.
En la actualidad se estima que el 25% de los tumores sólidos en humanos presenta mutaciones en KRAS. La alteración de este gen afecta de forma directa a la proliferación y diferenciación celular mediante la activación de múltiples vías de señalización.
En el caso de la señalización de KRAS, los intentos realizados hasta la fecha con la inhibición de las quinasas MEK y ERK, aunque eficaces a la hora de prevenir el desarrollo del tumor, presentan una toxicidad inaceptable.
Predecir la toxicidad de los fármacos
En este nuevo trabajo, el grupo de investigadores ha desarrollado mediante ingeniería genética un nuevo modelo de ratón que ha permitido eliminar la proteína c-Raf no solo en los tumores de pulmón, sino en todo el organismo del animal.
Mónica Musteanu, una de las autoras principales del estudio, ha asegurado que: “La eliminación de la c-Raf proporciona un beneficio terapéutico significativo que se traduce en la regresión de la mayor parte de los tumores con unos niveles de toxicidad muy aceptables”.
Sin embargo, los autores apuntan que se requiere la eliminación de la proteína, algo que de momento no es posible conseguir con métodos farmacológicos.
La principal tarea de los investigadores en este momento es la de determinar hasta qué punto la actividad terapéutica observada depende de la quinasa. Los resultados que se deriven de estos estudios en marcha servirán para definir qué estrategia farmacológica podrá ser aplicada en un futuro a los pacientes con cáncer.