Pembrolizumab muestra su eficacia en primera línea para el cáncer escamoso de cabeza y cuello

FUENTE: Gaceta Médica

El anticuerpo monoclonal ha mejorado la supervivencia frente al tratamiento convencional en pacientes con un Combined Positive Score igual o superior a 1

El cáncer de células escamosas de cabeza y cuello metastásico o recurrente ya cuenta con un nuevo tratamiento en primera línea. Se trata de pembrolizumab, un anticuerpo monoclonal que se une a la proteína PD-1 para ayudar a las células inmunitarias a destruir más células cancerosas.

Gracias al ensayo clínico de fase III KEYNOTE-048, en el que han participado investigadores del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), se ha podido demostrar que su uso en primera línea, tanto en monoterapia como combinado con quimioterapia, mejora los resultados en aquellos pacientes con cáncer de células escamosas de cabeza y cuello metastásico o recurrente que expresan PD-L1. En concreto, los resultados son mejores en aquellos con un CPS (Combined Positive Score) igual o mayor a 1, que suponen el 80-85 por ciento de los pacientes. El estudio muestra además que el beneficio de pembrolizumab solo o en combinación es más alto cuanto mayor es el CPS.

La relevancia de los datos de este estudio, que ha sido publicado en la Journal of Clinical Oncology, ha sido tal que ha marcado la aprobación del uso de pembrolizumab, solo o en combinación, por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) para estos pacientes.

“Esto supone un cambio importante en la práctica clínica, que nos ayudará en la selección de tratamientos en primera línea. Hay que valorar que desde el año 2008 no se había producido ningún cambio en esta primera línea para los pacientes de cáncer de células escamosas de cabeza y cuello, que estaban por tanto necesitados de nuevas alternativas”, explica Irene Braña, médica oncóloga del Grupo de Tumores Torácicos y Cáncer de Cabeza y Cuello del VHIO que dirige Enriqueta Felip, una de las autoras del estudio. Para esta investigación también han contado con el apoyo de un contrato Río Hortega, del Instituto de Salud Carlos III.

“Desde el año 2008 no se había producido ningún cambio en primera línea para los pacientes de cáncer de células escamosas de cabeza y cuello, por lo que estaban necesitados de nuevas alternativas. Esto supone un cambio importante en la práctica clínica, que nos ayudará en la selección de tratamientos en primera línea”

Irene Braña, oncóloga en el Hospital Universitario Vall d’Hebron

En total para el estudio se recopilaron los datos de 882 pacientes con cáncer de células escamosas de cabeza y cuello recurrente o metastásico que se dividieron en tres grupos aleatorios. Uno de los grupos recibió un tratamiento en monoterapia de pembrolizumab, un segundo grupo uno combinado de pembrolizumab y quimioterapia y un tercer grupo, que actuó de control, el tratamiento estándar hasta la fecha de cetuximab y quimioterapia.

Irene Braña

A mayor expresión de PD-L1, mejores resultados

Para analizar los datos obtenidos se tuvo en cuenta el CPS de los pacientes, un indicador que ayuda a determinar la cantidad de PD-L1 presente en los tumores y las células inmunes que lo infiltran. Para su cálculo se mide el número de células que presentan tinción al PD-L1 y se divide por el número total de células viables del tumor. En base a este valor se realizó también una subdivisión entre los pacientes con CPS inferior a 1, los que tienen un valor de 1 a 19 y los que tienen un valor igual o superior a 20

Lo que se observó es que en general para los pacientes con un CPS inferior a uno no se observaba un beneficio con la administración de pembrolizumab. Sin embargo, cuando esta cifra era superior empezaba a verse un aumento de la supervivencia. “En el estudio pudimos observar una clara relación entre la expresión de PD-L1 y el aumento de la supervivencia. Cuanto mayor es el CPS, más beneficio se obtiene de la administración de pembrolizumab, solo o combinado con quimioterapia”, explica Irene Braña, que también es oncóloga en el Hospital Universitario Vall d’Hebron.

“En el estudio pudimos observar una clara relación entre la expresión de PD-L1 y el aumento de la supervivencia. Cuanto mayor es el CPS, más beneficio se obtiene de la administración de pembrolizumab, solo o combinado con quimioterapia”

Irene Braña, oncóloga en el Hospital Universitario Vall d’Hebron

Así, la supervivencia general del grupo que recibió pembrolizumab y una CPS entre 1-19 fue de 10,8 meses frente a los 10,1 del que recibió cetuximab y quimioterapia, mientras que para la quimioterapia con pembrolizumab fue de 12,7 meses. “Por primera vez estamos viendo supervivencias superiores al año, lo que es un gran avance. Estos resultados respaldan los hallazgos previos del beneficio del tratamiento con monoterapia con pembrolizumab y quimioterapia con pembrolizumab en pacientes con tumores PD-L1 con CPS mayor a 1, lo que nos ayuda a seleccionar la mejor estrategia terapéutica para los pacientes”, añade Braña. Además señala que, a pesar de que la expresión de PD-L1 resulta informativa, sigue siendo preciso explorar nuevos biomarcadores predictivos adicionales para el cáncer de células escamosas de de cabeza y cuello con baja expresión de PD-L1 y nuevas combinaciones para mejorar aún más los resultados.

El análisis por biomarcador presentado en el ensayo clínico de fase III KEYNOTE-048, publicado en la Journal of Clinical Oncology, ha sido el que ha utilizado la Agencia Europea del Medicamento (EMA) para aprobar el uso de pembrolizumab con o sin quimioterapia en primera línea.

“El estudio KEYNOTE-048 ha sido la puerta al tratamiento con inmunoterapia en primera línea para nuestros pacientes con carcinoma escamoso de cabeza y cuello. Tras los pacientes que recibieron inmunoterapia como parte de este estudio, otros 53 pacientes han recibido inmunoterapia en primera línea gracias a los ensayos clínicos”, comenta Braña.

Cáncer de células escamosas de cabeza y cuello

El cáncer de células escamosas de cabeza y cuello es la sexta neoplasia más común en el mundo, representa el 6 por ciento de todos los casos de cáncer y es responsable de entre el 1 y el 2 por ciento de las muertes por cáncer. En España, este tipo de tumores representa el 5 por ciento de todos los nuevos diagnósticos de cáncer en adultos y es la sexta neoplasia más frecuente –la quinta en el caso de los hombres– con una incidencia similar a la de la media europea, de 43 casos por cada 100.000 habitantes.

Más del 90 por ciento de los cánceres de cabeza y cuello son carcinomas de células escamosas que se originan en el epitelio de revestimiento de la mucosa del tracto aéreo-digestivo superior. El tabaco, el alcohol, el sexo masculino y una edad avanzada son los factores clásicos de riesgo, a los que se ha sumado en los últimos años la infección por el virus del papiloma humano.

En España, este tipo de tumores representa el 5 por ciento de todos los nuevos diagnósticos de cáncer en adultos y es la sexta neoplasia más frecuente –la quinta en el caso de los hombres– con una incidencia similar a la de la media europea, de 43 casos por cada 100.000 habitantes.

Las opciones de tratamiento para estos pacientes varían según el estadio y el escenario clínico. Aquellos que presentan un tumor local o localmente avanzado son tratados con terapia potencialmente curativa utilizando cirugía y/o radioterapia acompañada de quimioterapia o terapia biológica. Sin embargo, la tasa de recurrencia en pacientes con tumores en etapas tempranas es de entre el 10 y el 20 por ciento y en estadios localmente avanzados oscila entre el 20 por ciento y el 50 por ciento. Además, cerca de un 10 por ciento de los pacientes debuta con enfermedad metastásica. 

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