La edad óptima para realizar esta operación es un año, justo cuando comienza el aprendizaje del lenguaje
El objetivo de estos implantes es el de reemplazar la función de la cóclea dañada situada en el oído interno, transformado las señales acústicas en eléctricas, capaces de estimular el nervio auditivo. La mayoría de los niños que han recibido estos dispositivos ya habían nacido con sordera. Por ello, el momento indicado para realizar la intervención era cuando el paciente iba a comenzar el desarrollo del lenguaje, aproximadamente cuando cuentan con un año de vida.
Javier Cervera, jefe de Otorrinolariongología del hospital, ha asegurado que «gracias a las pruebas de hipocusía que se realiza a los bebés nada más nacer, se pueden poner cuanto antes todos los medios disponibles para facilitarles la audición, de tal manera que cuando llega su edad cronológica de desarrollo del lenguaje pueda hablar con normalidad».
Además, Cervera ha querido remarcar que «no solo se realiza el implante coclear en niños que han nacido sin oír. Hay enfermedades que producen pérdida de audición. En estos casos la rehabilitación es mucho fácil porque ya han oído antes y saben lo que son los sonidos».