María Luisa Toribio, del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid) y directora de la investigación, destaca que “hemos conseguido generar por primera vez una leucemia a partir de una célula sana”.
“Este modelo ha permitido identificar una proteína necesaria en los inicios de la generación de la leucemia que, además, está implicada posteriormente en su propagación”, explica.
Origen y evolución de la leucemia
El hallazgo “supone un importante avance en el conocimiento de la patogénesis de este tipo de leucemia, es decir, su origen y evolución, y ayudará en el diseño de nuevas estrategias terapéuticas”.
El modelo reproduce in vivo las diversas etapas del origen y evolución de este tipo de leucemia humana y demuestra que la molécula de adhesión CD44 es una diana del gen NOTCH1 que se induce en las células pre-leucémicas y controla su injerto en la médula ósea.
«Representa una prometedora estrategia terapéutica para evitar las recaídas en los pacientes» |
CD44 también controla la posterior generación y progresión de una leucemia linfoblástica aguda de células T agresiva, que infiltra los órganos linfoides y el cerebro, como se observa en los pacientes.
Anticuerpos monoclonales
Mediante el empleo de estrategias inmunoterapéuticas que utilizan anticuerpos monoclonales, dirigidos contra la molécula CD44 del tumor, el estudio destaca la función esencial de esta proteína en las interacciones entre las células pre-leucémicas y la médula ósea, que son cruciales para mantener la actividad de las células iniciadoras de la leucemia y la progresión de la enfermedad.
El beneficio terapéutico observado tras administrar esta inmunoterapia a ratones trasplantados con este tipo de leucemias procedentes de pacientes subraya la importancia del eje NOTCH1/CD44 en la patogénesis de la leucemia linfoblástica aguda de células T. “Representa una prometedora estrategia terapéutica para evitar las recaídas de los pacientes”, apunta María Luisa Toribio.
El estudio ha contado con la colaboración de investigadores de los hospitales universitarios de La Princesa y La Paz, la Universidad de Barcelona, la Universidad de Ámsterdam (Holanda) y la Universidad de Harvard (Estados Unidos).