Un grupo de investigadores del Instituto Catalán de Oncología (ICO) y del Instituto de Investigación Biomédica de Girona (Idibgi) ha descubierto una familia de compuestos naturales presentes en el aceite de oliva capaces de atacar directamente las células madre tumorales.
El estudio, publicado en la revista Carcinogenesis, describe el proceso por el que una molécula aislada y purificada del aceite de oliva es capaz de eliminar de manera potente y específica las células madres tumorales en cultivos celulares y en tumores animales de laboratorio.
Javier Menéndez, investigador y jefe del grupo de Metabolismo y Cáncer del ICO-Idibgi, comenzó a dirigir este proyecto hace cinco años y aseguró que: «Nuestra hipótesis era que la denominada fracción minoritaria de aceite de oliva, que solo representa el 2 por ciento de su peso, pero en el que existen más de 200 compuestos diferentes, podría ser utilizada como una fuente natural de información sobre nuevas estructuras químicas capaces de inhibir funciones moleculares necesarias para las células tumorales madre».
Aislamiento molecular
En primer lugar, se llevó a cabo el aislamiento y la purificación de las moléculas candidatas mediante técnicas de química analítica. A partir de ahí, los investigadores continuaron con los cribados fenotípicos, una técnica que permite seleccionar directamente compuestos que son capaces de penetrar en la célula e inducir un cambio fenotípico de interés. “En nuestro caso, el cambio fenotípico analizado fue la desaparición de características funcionales únicas en las célullas madre tumorales, como su capacidad para tolerar la presencia de drogas oncológicas o de generar pequeños micro-tumores en suspensión” han comentado los investigadores.
Una vez descubierta la molécula de interés con una actividad específica y potente contra las células tumorosas en cultivos celulares ‘in vitro’, se realizó una segunda etapa de validación con estas células implantadas en animales ‘in vivo’.
El aceite de oliva como inhibidor de proteínas
«Ahora sabemos que la naturaleza, después de millones de años de evolución, ha creado estructuras químicas complejas capaces de atacar la maquinaria molecular de las células tumorosas promoviendo su normalización. A partir de ahora se deberá copiar, químicamente, esta actividad en nuevas moléculas más estables que puedan ser empleadas en la clínica» ha afirmado Menéndez.