“Se trata de un tratamiento de radioterapia totalmente innovador que acerca mucho la fuente radiactiva a la piel del enfermo. Para ello, es necesario la creación de un molde, mediante una impresora 3D, que es el que permite que la fuente radiactiva pueda incidir directamente en el tumor, consiguiendo una efectividad mucho mayor”, ha afirmado Manel Algara.
El equipo del Servicio de Oncología Radioterápica del hospital ha trabajado en este proyecto durante dos años. “Este nuevo soporte es mucho más práctico para nosotros y para el paciente. Hasta ahora, el enfermo debía esperar cerca de media hora para que realizáramos el molde a mano, utilizando material termoplástico. En cambio, la nueva técnica somete al paciente a un escáner con un equipo de tomografía que permite la obtención de una imagen con la que se crea el molde. Así, podemos empezar a trabajar de forma virtual y conseguir una precisión milimétrica en el tratamiento”, ha asegurado Membibre.
“Trabajamos conjuntamente con el departamento de Dermatología del hospital. Lo cierto, es que son los dermatólogos los que derivan a los pacientes a nuestro Servicio tras una evaluación en la que también interviene un cirujano plástico. Cuando ellos le dan la aprobación, nos mandan al paciente y es entonces cuando empezamos el tratamiento”, ha explicado Membibre.
“Esta técnica está destinada a tratar tumores de entre uno y dos centímetros y que se encuentran totalmente localizados en la superficie de la piel. Hasta la fecha, hemos realizado un tratamiento completo, en los próximos días tendremos el segundo y esperamos que a lo largo del año podamos llevar a cabo entre 30 y 40 procedimientos de este tipo”, ha concluido Algara.