El estudio, que ha sido dirigido por Vicente Felipo, se ha realizado a partir de un modelo que reproduce en ratas las mismas alteraciones neurológicasque desarrollan los pacientes con enfermedades hepáticas y encefalopatía.
Los resultados de la investigación han sido publicados en la revista Brain, Behavior and Immunity, de la PsychoNeuroImmunology Research Society. Las pruebas se llevan a cabo en la Unidad Mixta de Deterioro Neurológico CIPF-Incliva con Carmina Montoliu, del Hospital Clínico de València, según detalla la Generalitat Valenciana en un comunicado.
Deterioro neurológico
Este proyecto identifica los mecanismospor los que la neuroinflamación altera la coordinación motora. La neuroinflamación incide en muchas alteraciones cognitivas y motoras en pacientes con enfermedades crónicas como diabetes, cirrosis hepática, obesidad y, también, en enfermedades neurológicas y neurodegenerativas como esquizofrenia, esclerosis múltiple, párkinson o alzhéimer.
Paralelamente, el estudio abre nuevas vías para actuar preventivamente sobre las primeras dianas que desencadenan la progresión de la neuroinflamación y del deterioro neurológico. Para conseguirlo, los investigadores han logrado reducir la neuroinflamación, normalizar la neurotransmisión y recuperar la coordinación motora con un nuevo tratamiento que consiste en el aumento de los niveles de GMP cíclico -una molécula que regula muchos procesos celulares- extracelular en el cerebro.
El Laboratorio de Neurobiología ha demostrado que el GMP cíclico liberado en el líquido extracelular juega un papel importante en la modulación de la comunicación intercelular en cerebro y de algunas funciones cognitivas y motoras.
Mejoras para la función cognitiva
La investigación del Príncipe Felipe demuestra también que se puede mejorar la neuroinflamación y la función cognitiva y motora aumentando los niveles de GMP cíclico extracelular en cerebelo. Esto podría mejorar la función cognitiva en pacientes con enfermedades hepáticas y encefalopatía y con otras patologías.
El doctor responsable del proyecto ha ahondado en que «cada vez hay más evidencias de que, en muchas enfermedades crónicas, neurológicas y neurodegenerativas, el mantenimiento de una inflamación periférica sostenida acaba transmitiéndose al cerebro, donde genera neuroinflamación, que altera la neurotransmisión y conduce a alteraciones cognitivas y motoras».
El Laboratorio de Neurobiología estudia así los mecanismos moleculares implicados en todo este proceso, lo que le permite identificar nuevas dianas terapéuticas y ensayar en modelos animales si son eficaces para mejorar la función cognitiva y motora.
Por su parte, Andrea Cabrera Pastor–la primera autora del artículo y que también ha contribuido a identificar por primera vez el papel del GMP cíclico- ha apuntado como objetivo trasladar a la práctica clínica los resultados de esta investigación para mejorar la calidad de vida de los pacientes.