La combinación de dos proteínas ha demostrado tener un efecto regenerador y neuroprotector del párkinson, según una investigación desarrollada por profesionales de la UPV/EHU. Los autores del estudio afirman que «la sinergia de los dos factores neurotróficos resultaría beneficiosa», especialmente en una fase temprana de la enfermedad.
Las terapias que se implementan contra el párkinson actualmente son «principalmente sustitutivas» y desencadenan problemas a largo plazo, por lo que «el reto está en hacer un diagnóstico temprano y desarrollar terapias neuroprotectoras y neurorrestauradoras que permitan ralentizar o incluso revertir los síntomas de la enfermedad«.
La investigación llevada a cabo en la UPV/EHU se ha desarrollado en «un modelo experimental que permite reproducir diferentes estadios de la enfermedad de Parkinson«. Los resultados mostraron que los cambios provocados por la dolencia «no eran homogéneos» en las diferentes regiones del cerebro afectadas.
Liberación de factores neurotróficos
La investigadora Catalina Requejoseñala que «la afectación se corresponde con la distribución anatómica específica de las neuronas dopaminérgicas y sus terminales. Es decir, aquellas zonas de la sustancia negra en las que las neuronas dopaminérgicas tienen más conexiones con regiones que se mantienen íntegras, se ven menos afectadas», ha añadido.
El hallazgo refuerza la importancia del diagnóstico precoz y de la nanotecnología como herramienta muy útil |
Con el objetivo de confirmar que el modelo experimental servía para explorar los cambios morfológicos y funcionales que causan la enfermedad, se llevaron a cabo «estrategias terapéuticas basadas en la liberación de factores neurotróficos«. Se trabajó con proteínas que favorecen el crecimiento, la plasticidad y la supervivencia celular «y juegan, por tanto, un papel fundamental en la regulación de la función neuronal».
En concreto, se aplicaron el factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF) y el factor derivado de las células gliales (GDNF). Estas moléculas se administraron embebidas en microesferas o en nanoesferas más pequeñas aún que las anteriores, de un polímero biocompatible y biodegradable, el ácido poli-láctico-co-glicólico (PLAG), que permite su liberación de forma continua y gradual. Además, administraron los factores de manera combinada para determinar «si juntos inducían un efecto sinérgico».
Diagnóstico precoz y nanotecnología
Según Requejo, tanto en la fase temprana como en la severa del modelo, los resultados «fueron alentadores. La combinación del VEGF y GDNF no solo redujo significativamente la degeneración en las neuronas dopaminérgicas de la sustancia negra, sino que también indujo la formación de nuevas célulasy la diferenciación celular».
Según los equipos participantes en el trabajo, los mejores resultados se obtuvieron cuando se administraron los factores embebidos en nanoesferas durante la fase temprana de la enfermedad replicada en el modelo. Por ello, creen que «todo ello refuerza la importancia del diagnóstico precoz y que la nanotecnología podría ser una herramienta muy útil a la hora de administrar factores neurotróficos».
La enfermedad de Parkinson es la segunda patología neurodegenerativa más común en la actualidad.