El Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña (CCMC) ha elaborado un decálogo con recomendaciones básicas para el uso de las redes sociales por parte de los facultativos. «Los diez puntos apelan a la responsabilidad de los médicos para hacer compatibles los derechos a la información y de expresión en temas profesionales, médicos o de salud con los derechos a la intimidad y confidencialidad del paciente», destaca la organización.
El documento se denomina: «Recomendaciones sobre el uso de información médica y el ejercicio de libertad de expresión en las redes sociales». «Los médicos no pueden obviar nunca su condición y, por tanto, también cuando usan las redes sociales están obligados a observar y cumplir las normas del Código de Deontología», recuerda el vicepresidente del CCMC y presidente del Colegio de Médicos de Barcelona (COMB), Jaume Padrós. Según la última encuesta del combate sobre uso de las redes sociales entre sus colegiados, el 61% de los médicos en utilizan alguna o más de una de manera habitual. La más utilizada es Facebook (56%), seguida de Twitter (29%), Linkedin (25%) e Instagram (15%).
El decálogo
1. En el entorno digital en general y en las redes sociales en particular son igualmente válidos los principios de la ética y la deontología médica, así como las leyes que regulan la comunicación. La responsabilidad que se deriva de un acto médico presencial es igual que la que se deriva de los contenidos que se difunden en las redes sociales.
2. La información en los medios sociales debe ser clara, verídica, ponderada, comprensible, de calidad y fiable. Además, debe tener un objetivo claro en beneficio de la salud.
3. Lo que se publica a través de cualquier medio debe garantizar la privacidad y la confidencialidad de la información relacionada con los pacientes (ya sea texto como imágenes). Hay que asegurarse de que ningún paciente podrá ser nunca identificado.
4. A pesar de tener la autorización del paciente para revelar su identidad, no es obligatorio hacerlo.
5. Hay que evitar dar consejos directos a pacientes a través de las redes. La información que se difunde no es equiparable a una consulta médica y, por tanto, sólo debería ser divulgativa, informativa y de carácter general.
6. Hay que evitar comentarios que puedan afectar negativamente el prestigio de la profesión médica.
7. Hay que tener en cuenta que las críticas a una institución sanitaria, aunque puedan ser legítimas, pueden perjudicar también las personas que son tratadas y confían.
8. Las discrepancias entre médicos no se deben dirimir en el espacio públiconi pueden comportar el desprestigio público de un compañero o compañera de profesión.
9. En las redes sociales, hay que ser prudente con la publicación de contenidos, tanto en ámbitos profesionales como personales.
10. Hay que tener presente que, para los pacientes en particular y para la sociedad en general, un médico nunca deja de serlo.