Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han identificado una proteína llamada RanBP6 que regula la expresión del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR, por sus siglas en inglés) en el glioblastoma, el tumor cerebral más frecuente y más letal en adultos.
En concreto, según los resultados de un estudio en ratones publicado en la revista Nature Communications, han visto que silenciar esta proteína estimula la expresión del EGFR y favorece el crecimiento de este tipo de cáncer. En cambio, la reconstitución de RanBP6 frena su evolución.
El estudio, llevado a cabo en colaboración con el Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York (Estados Unidos), proporciona un ejemplo de desregulación de EGFR en cáncer a partir de la alteración de los componentes de su vía de importación nuclear, ha explicado Bárbara Oldrini, primera autora del trabajo por parte del CNIO.
Este receptor es uno de los primeros vinculados al cáncer en humanos y es una importante diana terapéutica en oncología. La activación aberrante de EGFR en cáncer estimula el crecimiento tumoral, un fenómeno que se atribuye normalmente al aumento en el número de copias del gen o a mutaciones que incrementan su función. Sin embargo, también podría deberse a fallos en los sistemas que lo regulan.Pero ahora se ha descubierto una nueva capa dentro de la compleja regulación de EGFR, la citada proteína RanBP6, que no se había descrito hasta la fecha y que modula su expresión. Es miembro de la familia de las importinas y, según han demostrado los autores, regula la importación al núcleo de otra molécula, STAT3. Cuando se silencia RanBP6, la importación de STAT3 disminuye y esto aumenta la expresión de EGFR.
Inhibiciones que causan el efecto contrario
«Nuestro trabajo muestra por primera vez que STAT3 es un inhibidor directo de la expresión de EGFR. Creo que esto tiene implicaciones clínicas importantes ya que actualmente se está investigando con inhibidores de STAT3 para el tratamiento del glioblastoma y otros tumores y la inhibición de STAT3 podría causar un efecto indeseado, la activación de EGFR», señala Massimo Squatrito, del Grupo de Tumores Cerebrales Fundación Seve-Ballesteros del CNIO y principal autor del estudio.
Él y su equipo analizaron muestras de un grupo de pacientes con glioblastoma y observaron que en algunos de ellos RanBP6 estaba silenciado. Después, generaron modelos de ratón en los que el bloqueo de esta proteína favorecía el crecimiento tumoral al estimular la expresión de EGFR. Además, los autores comprobaron cómo la reconstitución de RanBP6 en células de pacientes frenaba el crecimiento del tumor en modelos murinos.
«Hemos identificado un nuevo vínculo entre esta vía y otras vías de señalización claves en cáncer, lo cual invita a realizar un estudio más profundo ahora que los inhibidores de transportadores nucleares se están probando como posibles tratamientos oncológicos», ha añadido Oldrini.