Fuente: Crónica Balear
Los fármacos antirretrovirales para tratar el sida y el VIH podrían dar esperanzas a los pacientes diagnosticados con la forma más común de tumor cerebral primario, según un estudio de la Universidad de Plymouth (Reino Unido) y publicado en la revista ‘Cancer Research’.
De acuerdo con esta investigación, cofinanciada por la organización benéfica Brain Tumour Research, si las investigaciones posteriores son concluyentes, los fármacos podrían recetarse a pacientes diagnosticados de meningioma y neuroma acústico (también conocido como schwannoma). Se necesitan urgentemente tratamientos más eficaces, ya que hay muy pocas opciones de tratamiento para estos tipos de tumores, que suelen reaparecer tras la cirugía y la radioterapia.
El meningioma es la forma más común de tumor cerebral primario. En su mayoría de bajo grado, puede volverse canceroso con el tiempo, y se desarrolla a partir de células localizadas en las meninges que protegen el cerebro y la médula espinal.
El neuroma acústico es un tipo diferente de tumor cerebral de bajo grado, o no canceroso, que se desarrolla en las células protectoras de los nervios llamadas células de Schwann. Ambos tumores pueden aparecer de forma espontánea, normalmente en la edad adulta, o en la enfermedad hereditaria neurofibromatosis tipo 2 (NF2) en la infancia/primera etapa de la adolescencia.
Estos mismos investigadores demostraron anteriormente que un supresor tumoral, denominado Merlín, contribuye al desarrollo de los tumores de meningioma, neuroma acústico y ependimoma. También puede contribuir a la neurofibromatosis tipo 2. Los genes supresores de tumores desempeñan un papel importante en las células normales, ya que controlan la división o reparan errores en el ADN. Sin embargo, cuando los supresores de tumores no funcionan correctamente o están ausentes, las células pueden crecer de forma descontrolada, dando lugar al cáncer.
En este último estudio, los científicos Sylwia Ammoun y Robert Belshaw investigaron el papel que desempeñan secciones específicas de nuestro ADN en el desarrollo de tumores. Denominadas ‘retrovirus endógenos HERV-K’, estas secciones de ADN son reliquias de antiguas infecciones que afectaron a nuestros antepasados primates, que se han convertido en elementos estables del ADN humano.
«Los altos niveles de proteínas producidas por el ADN HERV-K se han relacionado anteriormente con el desarrollo de diferentes tumores. En este estudio, el equipo demostró que había altos niveles de proteínas HERV-K en las células de meningioma y schwannoma obtenidas de pacientes. El equipo también pudo identificar los eventos moleculares que pueden permitir que las proteínas HERV-K estimulen el crecimiento de estos tumores. Además, se identificaron varios fármacos dirigidos a estas proteínas, reduciendo el crecimiento de las células de schwannoma y meningioma de grado I en el laboratorio», explica Ammoun.
«Estos resultados son extremadamente significativos, ya que la reutilización de fármacos es una forma valiosa de acelerar la prueba de nuevos enfoques en ensayos clínicos que, si tienen éxito, podrían llegar a los pacientes antes. Esto es especialmente importante para los pacientes con tumores cerebrales, ya que muchos de ellos no pueden permitirse el lujo de tener tiempo», ha comentado Hugh Adams, portavoz de Brain Tumour Research.